Mis amiguitos y yo decidimos ir a buscarlos.
Salimos
por la mañana y anduvimos durante mucho tiempo sin resultado alguno.
Como estábamos muy cansados nos sentamos para comer y dormir un poco
antes de reiniciar la búsqueda.
Caminando, caminando llegamos a un oscuro lugar en el que una enorme piedra nos impedía pasar.
- ¿Qué vamos a hacer ahora?, preguntó Andrés.
De repente apareció un extraño animalito de colores.
- ¿Por qué estáis aquí?, preguntó.
- Estamos buscando lápices para escribir, pues vamos a comenzar el cole y no los encontramos por ningún lado, respondió Anita.
- Si hacéis lo que os diga descubriréis dónde se esconden:
Todos agarrados con los ojos cerrados.
Dar tres pasos hacia adelante,
luego tres pasos hacia atrás.
Y para terminar decir:
Bla, bla, bla, bla.
Después el animalito desapareció.
Rápidamente
hicimos lo que el animalito nos había dicho y al terminar, abrimos los
ojos. No podíamos creer lo que estábamos viendo: ¡LÁPICES GIGANTES! -
rojos, azules, naranjas, amarillos,..., unos derechos, otros caídos,...
Habíamos llegado a "VILLA-LÁPIZ".
Emocionados y con mucho cuidado nos acercamos a ellos y en cuanto empezamos a tocarlos engogieron hasta su tamaño habitual.
Cogimos 12 lápices cada uno, sin repetir ningún color, e hicimos otra vez lo que nos dijo el extraño animalito:
Todos agarrados con los ojos cerrados.
Dar tres pasos hacia adelante,
luego tres pasos hacia atrás.
Y para terminar decir:
Bla, bla, bla, bla.
Después salimos volando hasta llegar a nuestras casas.
Todo había acabado y
con los lápices en las manos
nos fuimos al cole entusiasmados.
FIN
